Durante el reinado de Psusennes II (Dinastía XXI), un soberano local originario de Heracleópolis y de ascendencia libia, Sheshonq, se las ingenió para conseguir una gran influencia en el gobierno. Más tarde se convertiría en el primer rey de la Dinastía XXII. Durante este periodo, la Residencia estuvo por lo general en Tanis, en el Delta, y durante algún tiempo, Memphis. Bubastis también desempeñó un papel importante, en ocasiones como Residencia o, como generalmente se admite en la actualidad, como el lugar de donde eran originarios los reyes de la dinastía; durante este periodo se llevaron a cabo en Bubastis grandes trabajos de construcción. Los reyes de las Dinastías XXI y XXII fueron enterrados en el interior del recinto del templo de Tanis. Estas tres ciudades se encontraban bajo el control directo de los reyes, pero otras ciudades del Bajo Egipto eran controladas por príncipes libios, por lo que el gobierno de Egipto se encontraba dividido. Sheshonq nombró a uno de sus hijos Gran Sacerdote de Tebas (lo que también le confería poder militar) y casó a su hijo Osorcón con Maatkare, una princesa real de la Dinastía XXI. Sheshonq (llamado Shishak en la Biblia) dirigió una campaña militar en Palestina para conquistar Israel y Judea. Sus victorias quedaron registradas en los muros del templo de Karnak. El periodo siguiente fue caótico políticamente hablando. Diferentes personajes consiguieron el trono egipcio, incluido el Gran Sacerdote Harsiese de Tebas, Takelot II y Sheshonq III. El cargo de Gran Sacerdote también cambió de manos con frecuencia. Durante el reinado del sucesor de Sheshonq III, la casa real se dividió en dos, una parte gobernaba desde Bubastis (la Dinastía XXII propiamente dicha) y la otra fue la Dinastía XXIII. Al principio, ambas dinastías gobernaban conjuntamente sobre todo Egipto, pero gradualmente comenzaron a aparecer conflictos y, finalmente, la Dinastía XXII sólo conservó bajo su control Bubastis y Memphis, mientras que la Dinastía XXIII controlaba ciudades del Delta, Egipto Medio y el Estado del Dios Amón en Tebas. Finalmente, Osorcón IV, el último rey de la Dinastía XXII, fue desterrado por el príncipe libio Tefnajt (Dinastía XXIV).