Mesa de ofrendas tallada en piedra caliza, concebida con una gran sencillez de formas y de limpia incisión. Es rectangular y posee un pocillo hondo para recoger el agua de las libaciones. Procede de Heracleópolis Magna, del cementerio del Primer Periodo Intermedio/IReino Medio, donde debió estar colocada delante de una estela de falsa puerta; apareció fuera de su contexto original y desconocemos al propietario al ser anepigráfica.