La máscara rodea la cabeza, la parte alta del cuerpo y las manos de una persona tendida sobre un lecho, cuya cabecera también se puede ver. La máscara está situada sobre la momia y le confiere un aspecto más vivo. En muchas máscaras este aspecto se ve acentuado todavía más por los ojos incrustados. El rostro y los cabellos son de estilo romano; pero la decoración es egipcia. Estas piezas no sólo son importante por su valor estético, sino también como testimonios de la pervivencia de los rituales funerarios egipcios.