Mango en madera con la cara de la diosa Hathor, identificable por sus orejas de vaca, que representan su amor maternal, tallada cerca del extremo superior. En ambas caras los rasgos están delicadamente esculpidos y parcialmente desgastados. Este tradicional motivo faraónico continuó siendo utilizado durante el Período Romano, especialmente en los sistros, una carraca con barras de metal que se agitan para proporcionar ritmo en el culto del templo.