En 373 a.C. Nectanebo I de Sebenitos logró expulsar al ejército persa del Delta cuando éste lo volvió a invadir. Apenas tuvo roces con otros países, por lo que fue capaz de comenzar un gran número de proyectos arquitectónicos. Le sucedió su hijo Teos (Dye(d)hor), quien atacó Siria por tierra y mar, una expedición tan costosa que Egipto se rebeló. Nectanebo II fue proclamado rey y Teos huyó a la corte de Persia. Nectanebo II, el último rey de Egipto originario del país, se enfrentó a nuevos ataques persas dirigidos por Artajerjes III. A pesar de que en un principio no fueron muy exitosos, éste terminó por conquistar Egipto en 342 a.C., dando comienzo al Segundo Periodo Persa (la Dinastía XXXI).